martes, 15 de enero de 2013

Sabías que...

  • En 1813, la temporada de baños para los adinerados se pagaba por cada baño 10 reales de vellón, para los menos adinerados 6 reales y para los pobres nada. En 1880 un solo baño costaba 4 reales y un servicio completo de fonda diario 12 reales. En 1916, un baño en la piscina venía a costar cincuenta céntimos, y el mismo baño en gabinete particular el doble, o sea, una peseta. En el baño de los pobres no se pagaba nada. 
  • La tarifa de las habitaciones en 1880 era de 8 hasta 20 reales y en 1916 con más o menos lujo, los precios con cama, luz y demás servicios variaban entre 1,50 a 10 pesetas. Además había habitaciones con cocinas particulares para servirse por su cuenta y una económica fonda. 

  • Para llegar al balneario de Alhama, los viajeros de Madrid debían salir a las 20:15 horas de la noche y llegarían a Alcantarilla a las 7:55 horas de la mañana, para poder coger el tren correo para Lorca llegando a Alhama a las 9:56 horas. Asimismo en la estación de Alhama, a la llegada de todos los trenes hay carruajes que los conducían al Establecimiento de Baños. Desde Murcia también había un servicio de automóviles hasta Alhama, donde existen dos grandes y espaciosas posadas.

La Domus del Atrio de la Iglesia de San Lázaro

LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA: 
Con motivo de la remodelación de la plaza de la Iglesia de San Lázaro, se llevó a cabo una excavación arqueológica que aportó una valiosa información sobre la ocupación cultural del espacio que abarca más de dos mil años, documentando una fase contemporánea y moderna con una gran fosa llena de huesos –osario- cuyo material cerámico, principalmente escudillas, se fecha en torno a los años 1670-1700; la fase islámica aparece representada por los muros y suelos de ladrillo de una vivienda de patio central, fechada en los siglos XI-XII y, finalmente, se constataron los restos arquitectónicos y materiales de una importante casa romana del siglo I-II d. C. cuya construcción coincide con el pleno apogeo del complejo termal romano. 

LA DOMUS DEL ATRIO DE LA IGLESIA DE SAN LÁZARO: 
La casa era el marco de la vida familiar y privada de los romanos cuyas características variaban en función de las distintas clases sociales y su poder adquisitivo. En las ciudades y su entorno se diferenciaban varios tipos de vivienda: la casa o vivienda básica romana, la casa unifamiliar de gran lujo o domus, la vivienda plurifamiliar de varios pisos, insula y la residencial en el campo o villa

La casa excavada en el atrio de la Iglesia de San Lázaro Obispo, correspondería a una domus, decorada con gran lujo en los pavimentos de sus habitaciones con mosaicos en dos de ellas, y las paredes estucadas con pinturas murales, siendo las decoraciones diferentes en cada habitación. 

La excavación de la domus, aunque descubierta parcialmente, nos permite una primera aproximación a su planta, con un patio, atrium, desde el que se distribuían las habitaciones de la casa, así como una gran sala, triclinium, y cinco habitaciones, cubiculum, de las cuales sólo una ha podido ser excavada en su totalidad. Esta habitación que, reproducimos virtualmente, presentaba un pavimento musivario de opus tesellatum desde la entrada de la misma hasta su mitad, con decoración geométrica de peltas. Otra franja entre la línea del rectángulo y la unión con los muros se decoraban con líneas onduladas a su alrededor. El resto de la habitación tenía un pavimento de opus signinum, seguramente por ser la zona donde se situaba el mobiliario de la habitación. 

EL MOSAICO: EXTRACCIÓN, RESTAURACIÓN Y REUBICACIÓN. 
Debido a la imposibilidad de la conservación in situ del mosaico se decidió la extracción y, tras su restauración, ubicarlo de nuevo en el Museo Arqueológico Los Baños. Inicialmente se realizó una limpieza profunda del mosaico y los calcos correspondientes, de cada una de las partes, creando una reproducción a escala real para la reubicación y montaje final del conjunto. 
Mosaico de la Domus del Atrio de la Iglesia de San Lázaro reubicado en el Museo Arqueológico Los Baños

Atención especial requirieron las partes más dañadas. Los huecos o lagunas del mosaico se cubrieron con una gasa adherida para evitar el desprendimiento de las teselas. Después se cortó el mosaico en piezas pequeñas para su traslado. En el que previamente se había engrasado toda la superficie del mosaico para evitar su deterioro. 

Las piezas trasladadas al Centro Cultural Plaza Vieja, fueron sometidas a un tratamiento de limpieza exhaustiva, y aplicación, y aplicación de una serie de productos para consolidar las teselas. 

Se renovó la capa de mortero que llevaba el mosaico con una nueva capa de unos 2 centímetros de grosor y se añadió una plancha de poliestireno, de poco peso y gran resistencia, para facilitar su traslado y montaje en el Museo. Una vez formado en su nuevo lugar de exposición, las lagunas fueron rellenadas con un mortero de cal para ofrecer la visión del conjunto del mosaico.

lunes, 14 de enero de 2013

Aguas Medicinales

El balneario de Alhama de Murcia ofrecía a los bañistas un conjunto de servicios acorde con los nuevos conceptos terapéuticos de salud y de bienestar, considerando a los establecimientos como un espacio ideal, cómodo y lujoso (que desde luego no pueden encontrar en las ciudades) y situadas en contacto con la naturaleza, con aguas de excelentes cualidades medicinales.

La higiene personal había quedado relegada al ámbito de la privada, y por tanto, los clientes que acudían al balneario de Alhama desde las provincias de Murcia, Almería, Alicante, Madrid, Cádiz, Toledo, Valencia, etc. pertenecían tanto a familias adineradas (médicos, militares, industriales, propietarios), como a otras menos favorecidas económicamente (comerciantes, jornaleros o empleados), pero con acceso al mismo confort y servicio.


En Alhama eran cuatro los manantiales medicinales utilizados en el Balneario conocidos con los nombres de Baño, Carmen y Poza, de aguas sulfatadas cálcicas a 45ºC y el de la Atalaya, de agua sulfurosa sódica a 19ºC, descubierta en la Rambla de Algeciras, desde donde el agua era transportada y empleada en bebida o asociada a las termales. 


Inscripción a la entrada del Museo. Para la salud de los enfermos y el recreo de los sanos, año 1848.

Poco a poco, la fama de estas aguas, que habían sido premiadas con medalla de plata en la Exposición Universal de Barcelona en 1888, atrajo a numerosos clientes de toda España, destacando la visita al Balneario de D. Santiago Ramón y Cajal y su esposa, que estuvieron durante las temporadas de 1921 y 1922.

domingo, 13 de enero de 2013

El Hotel Balneario del siglo XIX

Aunque el viajero alemán Jerónimo Münzer elogió los baños de Alhama en su visita de octubre de 1494, a finales de la Edad Media, los baños habían entrado en una fase de declive, tanto en su uso como en las instalaciones, el cual se prolongaría hasta la construcción del gran Hotel Balneario en el año 1848. En ese año se realizó un edificio de arquitectura ecléctica y clasicista de tres plantas diseñado por el arquitecto José Ramón Berenguer, adaptando las antiguas salas de baño abovedadas y reutilizando de nuevo sus espacios. En la planta sótano se ubicaron las habitaciones de baño y modernas instalaciones de duchas, baños de vapor, pulverizaciones, alberca general y una piscina pública destinada al baño de los más pobres y separada del complejo privado; otras tres plantas disponían de habitaciones, cocinas, comedores, salón social y todo tipo de lujos y comodidades para los bañistas. 


Proyecto de la planta principal para el balneario

En la segunda mitad del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX, la modernización de la villa es un hecho y el balneario gozó de una merecida fama que atraía a bañistas de toda España, entre los que destacaron las visitas de importantes personalidades de la alta sociedad de la época o ilustres personajes como el nobel D. Santiago Ramón y Cajal. En los años treinta el esplendor del Balneario se verá truncado con la desaparición del manantial y la conversión del edificio en hospital durante la Guerra Civil. En los primeros años cuarenta, comenzó un proceso de deterioro y abandono hasta su demolición en el año 1972.


Proyecto del Hotel-Balneario de 1848. Arquitecto D. José Ramón Berenguer

El Termalismo en la Región de Murcia

  • ArchenaEn la Vega Alta del Segura, y casi dos kilómetros de la Villa de Archena, se encuentra un complejo termal de reconocida categoría internacional. Es de la época romana. Sus aguas son cloruradas, yodo-bromo sulfurosas, y brotan a unos 52ºC. Tienen propiedades medicinales para la piel, y afecciones reumáticas.

Detalle del manantial del Balneario de Archena
  • FortunaEn el sureste de la región y a veinticinco kilómetros de la capital, se extiende el término de Fortuna. A unos 5 kilómetros de la villa se encuentran las instalaciones termales y balneario. En su entorno se han localizado diversos yacimientos arqueológicos, y las inscripciones de textos latinos de la Cueva Negra aportan interesantes datos. Sus aguas son clorurado-sódicas, sulfatadas, fluoradas y radioactivas, y brotan a 53ºC.
    Nacimiento de agua termal monumentalizado del yacimiento Baños Romanos de Fortuna
  • MulaEn las tierras altas del noroeste se encuentra la Villa de Mula, donde a poca distancia de la Villa se encuentran sus Baños termales conocidos y utilizados desde época romana. Sus aguas son bicarbonatadas, cálcicas y sulfatadas, y tienen una temperatura de 30ºC. Su utilización como casas de baños a lo largo de la historia han constituido un centro de vida social.
Baños antiguos de Mula
  • Alhama de MurciaLas instalaciones de los Baños se sitúan al pié del Cerro del Castillo, a unos 202 m. de altitud. En torno a los Baños se extiende la población de Alhama, en la margen izquierda del rio Guadalentín, y al abrigo de las sierras de la Muela y de Espuña. Los Baños se sitúan sobre materiales de las zonas internas de las Cordilleras Béticas. Sus Baños Termales son, junto con el castillo, los dos restos arquitectónicos que constituyen las señas de identidad de este municipio. La utilización de sus instalaciones durante más de dos mil años, nos ofrecen la posibilidad parte de la historia de esta localidad. Las aguas de sus manantiales varían desde los 19ºC hasta los 45ºC.
Museo Arqueológico de los Baños de Alhama
Junto a los balnearios citados existían otros manantiales de aguas termales en los Baños de Gilico en Calasparra, La Fuensanta y Carraclaca en Lorca, y el Balneario de Cantalar en Moratalla.

Recursos termales de la Región de Murcia

Tradicionalmente las aguas caldas, naturales o termales, han sido "un bien escaso" comparadas con las comunes de innumerables usos pero sin la termicidad requerida requerida para el baño o para las prácticas admiátricas. No suelen ser de buena calidad para la agricultura y cuando se utilizan con fines sanitarios las instalaciones correspondientes se localizan sobre el lugar de afloramiento, o lo más cerca posible para poder mantener la temperatura o vapores exhalados. En cualquier caso, los aprovechamientos terapéuticos de los recursos termales han sido siempre los más celebrados y tienen en toda Europa gran tradición.

Los recursos

Los recursos se localizan preferentemente sobre acuíferos donde la profundidad del flujo subterráneo y la existencia de tectónica activa y vulcanismo dan lugar a que el agua se caliente desde la temperatura media ambiental de 13º a 18ºC, según el lugar de infiltración, hasta los 30º - 50ºC que alcanza donde emergen por descarga natural o a través de sondeos. Como ejemplos regionales de la estrecha relación entre termalismo y toda una serie de factores geológicos: tectónica de fráctura, sismicidad y neotectónica, vulcanismo y sedimentación en cuencas neógenas (IGME-CARM, 1995), los puntos termales se dan en la convergencia de geotermismo y fallas regionales como las de Alhama, Vega Alta del Segura, de los Baños, de la sierra de la Puerta, etc. y sobre todo, en la intersección de las mismas. Los afloramientos volcánicos distensivos recientes de la zona meridional de la provincia de Murcia, con orientación predominante N-S y rocas efusivas interestratificadas en margas miocénicas, evidencian las relaciones entre geotermismo, neotectónica y sedimentación de cuencas postorogénicas. De manera que los factores determinantes del termalismo regional parecen ser el vulcanismo y cuenca postorogénica si se consedera que el foco calorífico está relacionado con dichas rocas y que el calor no se disipa fácilmente debido al gran espesor de margas "aislantes" de relleno. A su vez, las cuencas con fallas profundas pueden originar de por sí termalismo según los estudios realizados en el Campo de Cartagena y la Depresión del Guadalentín.

En la Región de Murcia, la energía geotérmica presenta un aumento hacia el SE debido a una mayor incidencia de neotectónica, sismicidad y vulcanismo quedando, sin embargo, la mayor concentración de zonas termales asociada a grandes accidentes activos. De forma que el termalismo relacionado con los acuíferos se puede diferenciar en unidades hidrogeotérmicas de acuerdo con la presencia de agua subterránea a temperatura comprendida entre 25º y 50ºC, de las cuales en cuanto a aprovechamientos terapéuticos (y recreativos) se refiere, interesan especialmente la X y la XI (figura 1).

FIGURA 1. MAPA DE UNIDADES HIDROGEOTÉRMICAS DE LA REGIÓN DE MURCIA

En la Unidad Hidrogeotérmica XI, Yéchar-Alhama, se encuadra tanto el célebre establecimiento balneario de aguas sulfatado-cálcicas a temperatura de 33º-45ºC de Alhama de Murcia (con reconocimiento oficial en su momento y en seco desde la década de 1930), como los Baños Nuevos de la misma localidad, también sulfatado cálcicos y a temperatura de 41'1ºC (sin reconocimiento oficial, clausurados y derribados a primeros del 2006). Geológicamente, la antigua fuente era la descarga natural de un acuífero de compleja estructura, asociado precisamente a la denominada falla de Alhama de Murcia y constituido por materiales carbonatados triásicos y conglomerados del Mioceno; mientras que los llamados Baños Nuevos, tan solo a una distancia de trescientos metros de los anteriores, captaban el agua mediante un sondeo de 165 m de profundidad  realizado en el año 1965 y que sustituía a su vez a otro anterior hundido.

Captaciones hidrotermales

El potencial hidrotermal de la Región de Murcia se puede considerar dividido en tres grupos de acuerdo con las condiciones de acceso y posterior aprovechamiento de los recursos:

  • Aguas termales extraídas a gran profundidad mediante sondeos que captan acuíferos intensamente explotados que se utilizan en general para la agricultura de regadío como en el caso de los de la sierra de Carrascoy, Valle del Guadalentín, unidad de Yéchar y del explotado hasta primeros del 2006 en los Baños Nuevos de Alhama.
  • Descargas hidrotermales en régimen natural pero cuyo aprovechamiento para la hidroterapia es incompleto, como en el caso de los Baños de Mula, o nulo en la fuente de Yéchar (descarga de agua hipotermal, de fuerte salinidad a 20ºC) y en la fuente de Abanilla (28ºC), con aguas de características similares a las de los Baños de Fortuna.
  • Acuíferos en los que las aguas termales surgen de manera natural y por tanto no precisan bombeo, como en los aprovechamientos tradicionales de Archena y Fortuna, donde se efectúa una explotación completa para usos terapéuticos y recreativos.
Dado el número de surgencias y captaciones de agua termal existente en la Región de Murcia se seleccionaron 26 en su día por el organismo competente (figura 2), casi todas ellas con temperaturas comprendidas entre los cerca de 50ºC de Archena y los aproximadamente 30º de las perforaciones del Valle del Guadalentín. La mayoría corresponden a sondeos de captación excepto cuatro manantiales (Balneario de Archena, Yéchar, Baños de Fortuna 1, Baños de Fortuna 2) y dos galerías (Fuentes de Abanilla y Baños de Mula), predominando en general las facies cloruradas sódicas y sulfatadas cálcicas.


FIGURA 2. LOCALIZACIÓN DE LAS CAPTACIONES, MANANTIALES, BAÑOS Y BALNEARIOS TERMALES, ASÍ COMO DE ALGUNOS BAÑOS Y BALNEARIOS DE AGUAS FRÍAS.

Agenda Pagana: 13 de enero

Idus de enero. Los idus coinciden con la mitad del mes lunar y están en relación con los períodos de fecundidad o esterilidad de las mujeres. Los idus se celebran el 13 de cada mes, excepto los de marzo, mayo, julio y octubre que se celebran el día 15.

En este día, el sacerdote ofrece a las llamas las entrañas de un carnero castrado. Es también un día dedicado a Júpiter, y en el que el emperador Octavio se daría el título de Augusto en el año 27 a.C.

El Olpe de Alhama de Murcia

Con la denominación de "olpe" se define en terminología cerámica un tipo de jarro de panza abultada y cuello alto, con una o dos asas, que presenta un hombro generalmente amplio en el que con frecuencia hay espacio suficiente para situar una decoración. El tipo es de clara ascendencia romana, y se debe generalizar como consecuencia de la difusión por el Mediterráneo de determinadas formas de cerámica común de uso doméstico. 

La aparición de un vaso cerámico, tipo olpe, en la pedanía de La Costera, paraje conocido como Casa de Martín Rodríguez, al pie de La Sierra de Carrascoy, confirmaba la importancia de este poblamiento romano. Este olpe, forma 19 de la tipología de Abascal Palazons, presenta abundantes paralelos en la zona alicantina y afianza el planteamiento de un territorio intensamente romanizado al que están llegando influencias sociales, religiosas, etc. a través del Valle del Guadalentín.

Su tipología se corresponde con la forma olpe, de labio vuelto al exterior desde su cuello divergente; este último enlaza suavemente con el cuerpo del vaso de perfil ovoide. La base en simple con umbo central, tiene un asa vertical con acanaladura central que se curva en ángulo recto a la altura del labio y apoya directamente sobre él. Como detalle original presenta un apoyo en la parte superior de la misma, quizás de tipo funcional a la vez que decorativo por sus características.

La pieza, fabricada con una arcilla blanda de pasta anaranjada, tiene unas dimensiones de altura total: 303 mm; diámetro boca: 96 mm; diámetro máximo: 190 mm; y diámetro base: 82mm.

Su decoración ocupa dos zonas claramente diferencias por el tipo de motivos decorativos:
  • Una primera zona corresponde al galbo de la pieza y está decorada con motivos geométricos hasta el arranque del cuello. A 56 mm de la base aparecen dos líneas rectas paralelas horizontales, con una anchura de 8mm cada una. Este motivo podemos identificarlo con el tipo decorativo A.1.2. de Ros Sala. Seguidamente, hacia el centro del galbo, presenta una banda de 16 mm de anchura enmarcada por dos líneas rectas paralelas horizontales, de 4mm de anchura cada una, identificadas con el tipo decorativo A.2.2. de Ros Sala. Este mismo motivo se repite en la parte superior del galbo con las mismas dimensiones y características. 
  • La segunda zona corresponde al cuello de la pieza. En éste se encuentra el motivo principal y varios motivos secundarios que lo adornan, complementan y rodean. Tras la banda pintada, antes mencionada, parece un tipo de hoja esquematizada, identificada con el motivo B.3.4., que alterna con otro motivo indeterminado, el cual consta de una línea vertical dentro de círculos rellenos de color, relacionado con el tipo D.1.0. En el cuello se encuentra, como hemos dicho, el motivo principal: un falo erecto, reflejando con gran detalle el atributo masculino, que se presenta de dos formas: pintado y aplicado, como aparece en casi todas las piezas documentadas en el valle del Ebro, La Rioja, León o Caesaraugusta, no cubriendo todo el vaso y limitándose a uno, tres o cinco, diferentes a la profusa decoración del de Alhama de Murcia. Los motivos secundarios que complementan la representación fálica son los que denominamos "racimo", colgando o brotando del motivo principal, y puntos o trazos horizontales, de diferente longitud, que rodean a este último y llegan hasta el borde. Los trazos horizontales aparecen, asimismo, en el asa, con una longitud de 20 mm cada uno. 

El motivo decorativo representado en este olpe tiene, sin duda, una relación muy estrecha con los cultos fálicos en la Antigüedad, aunque el desconocimiento del hecho religioso hace que se nos escapen detalles que en la espiritualidad de los antiguos debieron ser entendibles por parte de sus usuarios o destinatarios, y que, finalmente, en los siglos siguientes estos motivos llegaran a ser habituales y cotidianos, es decir, meramente decorativos.



sábado, 5 de enero de 2013

Agenda Pagana: 5 de enero

Enero, Januarius, es el mes dedicado a Jano. A él se dedican todas las mañanas (Janus matutinus) y el inicio de los meses (calendas). Este mes le pertenece por ser en el que se inicia la prolongación de los días. Jano es uno de los dioses más antiguos del panteón romano y se le representa con dos caras: una que mira hacia adelante y otra que mira hacia atrás. Sus leyendas están ligadas a los orígenes de la ciudad de Roma. Él reinó durante la Edad de Oro, que se caracterizaba por la bondad de los hombres y la abundancia de todos los bienes. Después de su muerte, Jano fue divinizado. Él fue el primero en inventar naves que hacían el recorrido desde Italia hasta Tesalia, así como la moneda, que por eso lleva dos caras. Es también el dios de las puertas, el que abre (patulcius) y el que cierra (clusivius). Su lugar de culto se situaba en una de las colinas romanas que por él recibió el nombre de Janículum y sobre la cual el rey Anco Marcio construyó una fortificación cuyo fin era el de proteger el puerto sobre el Tíber y el camino de los mercaderes hacia Etruria.

Hoy es 5 de enero y se celebra la Compitalia, la fiesta de los muertos. En este día se colocaban muñecos en las casas, que evocan los espíritus protectores de los muertos, con el fin de ser protegidos de la enfermedad y de la muerte.

Los Baños Islámicos

En el mundo islámico, el baño (hammam), era el reflejo del esplendor de la sociedad que cumplía los preceptos religiosos obligatorios de purificación antes de las oraciones, y se convertía además de un lugar de higiene y relajación, en un lugar de encuentro, de conversación sobre la vida personal y familiar y otros aspectos sociales. 



Existían dos tipos de baños: los baños usuales con gradación de temperatura por salas, de tradición greco-romana (al-hammam) y los baños mineromedicinales o termales (al-hamma) en los que a la función medicinal o salutífera está estrechamente relacionada con la religiosidad, como es el caso de Alhama.


En Alhama siguiendo la tradición de las termas romanas, reutilizaron los mismos espacios abovedados, citados por Al-Qazwini en el siglo XIII, dejando evidencias arqueológicas como la incorporación de nuevos lucernarios a ambos lados de las bóvedas para regular el ambiente salutífero con dos salas separadas, una para el baño masculino y otra para el femenino. 

Junto a la bóveda del baño femenino y sobre las estructuras romanas, se recuperaron, a través de la arqueología, los primeros enterramientos del cementerio islámico (maqbara) de los siglos XII y XIII de Alhama de Murcia, conocida en las fuentes árabes como Hamma bi Laqwar. El nombre de Alhama significa baño natural de aguas calientes (Hamma) diferenciado del hamman o baño clásico y castellanizado pasará a la Alhama cristiana que subsistiría al amparo de su castillo en una tierra de frontera.

De al-Ándalus al Reino de Castilla

De Hamma bi-Laqwar a la Villa de Alhama

La llegada de los musulmanes a la península Ibérica en el siglo VIII, supuso el control militar de los núcleos donde existía una importante población tardorromana. El valle del Guadalentín era una zona estratégica que dominaba la vía de paso natural entre Andañucía y Levante con poblaciones como Lorca, Alhama, Librilla, incluidas en la cora de Tudmir (antiguo espacio del Sureste murciano) que se incorporaría al territorio de al-Ándalus.

En los textos árabes, Alhama aparece denominada como la alquería de Laqwar, citada por primera vez por al-Udri en el siglo XI y como Hism al-Hamma (Castillo del Baño Termal), en el itinerario del geógrafo al-Idrisi, a mediados del siglo XII, bajo el dominio almorávide sobre al-Andalus. 

Castillo de Alhama de Murcia
El poblamiento se organiza en nuevos espacios: castillo, mezquita, cementerio, viviendas y los baños, heredados de las termas romanas que no fueron una construcción musulmana como el resto de la estructura urbana, sino una adaptación de las salas abovedadas construidas en el siglo I d.C. a las nuevas necesidades de la cultura islámica. Nuevos revestimiento parietales y óculos estrellados abiertos en lo laterales de las bóvedas, fueron las escasas improntas arquitectónicas que conservamos de este período.

Desde Castilla el avance cristiano se acercaba al reino de Murcia, fragmentando en el siglo XIII en pequeños reinos independientes. En el Pacto de Alcaraz en 1243, varias poblaciones se reunieron con el príncipe Alfonso (futuro rey Alfonso X el Sabio) y entre ellas "Crevillente et d'Alicante et d'ELche et d'Orihuela et de Alhama et de Aledo et de Ricote et de Cieça...", abriendo sus puertas, de forma pacífica, a la guarnición militar castellana. El castillo de Alhama quedó bajo la tenencia de D. Juan García de Villamayor, continuando con la presencia mayoritaria de población musulmana en el lugar hasta 1266, año en que debió producirse un abandono masivo y definitivo, tras la derrota de una sublevación mudéjar. Poco a poco comenzó una paulatina repoblación cristiana.

En 1387, el rey Juan I de Castilla otorga el señorío de la villa y su castillo a Alonso Yáñez Fajardo. Alhama formaría parte del señorío de los Fajardo en el Reino de Murcia y, poco a poco, participaría del progresivo deterioro de la vida política, social y económica general. Las instalaciones de Baños se conservarán en un estado de precarias condiciones y de semiabandono hasta el siglo XIX.